Es común que, al tocar el tema de las desviaciones psíquicas (término que empleó la Dra. Montessori para hablar sobre las conductas y actitudes de los seres humanos), surjan ciertas dudas y sentimientos de confusión.
En el artículo de hoy daremos respuesta a algunas de las preguntas más frecuentes sobre desviaciones psíquicas.
¿Qué son las desviaciones psíquicas?
Montessori define la normalidad del niño/a como un ser inteligente, capaz de construirse a sí mismo y de vivir en paz, siendo la actividad concentrada en experiencias concretas vinculadas con la realidad, lo que le lleva por dicho camino.
Esta surge de manera espontánea, siempre y cuando se proporcionen los medios y el ambiente adecuados para ello, en donde el niño se sienta satisfecho y tenga la oportunidad de elegir libremente dentro de ciertos límites y parámetros.
Sin duda alguna, los niños siempre preferirán la actividad útil a la ociosidad sin propósito.
¿Qué papel juega el adulto en el desarrollo de las desviaciones psíquicas?
Las conductas poco favorables que observamos en un niño/a se deben a que ha encontrado obstáculos en su desarrollo, ya sea en el ámbito familiar, el escolar o en ambos.
Por ejemplo, cuando el adulto ha desatendido al niño/a y le incita a la fantasía interpretándola como imaginación, su mente estará confundida, porque no se le habrá dado la posibilidad de construirla en base a experiencias reales.
Otro ejemplo: si el adulto frena continuamente su actividad y hace las cosas por el niño/a, este será un ser pasivo y mostrará desinterés por todo.
De igual forma, cuando se desarrolla en un ambiente en el que se le corrigen los errores y existen los castigos o, por el contrario, hay permisividad en lugar de una disciplina activa, observaremos desviaciones en su carácter.
La persona adulta que acompaña al niño en cualquier ámbito de su vida, debe estar preparada para ser un modelo y permitir que logre seguir su propia naturaleza. Debe saber cómo guiarle a través de una presencia amorosa en donde haya atención, comprensión, estructura, firmeza y fomento de la independencia.
¿Cómo se manifiestan las desviaciones?
Montessori observa y analiza las manifestaciones de los niños que presentan desviaciones psíquicas y los clasifica en dos categorías:
“Niños débiles”
Son normalmente niños pasivos, que muestran indolencia y manifiestan miedos, se someten o se rinden a los obstáculos, lloran, son dependientes, con tono muscular bajo, suelen mentir y expresan frecuentemente estar aburridos.
Suelen negarse a comer, tienen pesadillas, miedo a la oscuridad, y presentan enfermedades psicosomáticas.
“Niños fuertes”
Estos niños presentan tendencia a la violencia, son caprichosos y rebeldes. En ellos se observa envidia, falta de obediencia y de constancia, presentan dificultades para mantener la atención, su mente es desordenada, se les dificulta la socialización y, por lo general son ruidosos.
Pero ¿qué tipo de desviaciones psíquicas existen? ¿Cómo podemos evitar ser un obstáculo en el desarrollo del niño? ¿Y cómo podemos ayudar a “curar” esas desviaciones ya manifiestas en el niño? Abordaremos todos estos temas en nuestro próximo artículo.
Rosaura Rodriguez Infante
Guía Montessori de Casa de Niños
Departamento Pedagógico IMI
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