EL MÉTODO MONTESSORI
El Método Montessori es la propuesta pedagógica de María Montessori, basada en la observación científica de niños y niñas: sus diversas fases de desarrollo a lo largo de la vida, sus potencialidades, sus intereses y sus capacidades.
Las principales características del Método Montessori son:
- Los niños deben tener libertad para desarrollarse y aprender a su ritmo, en un entorno estimulante, de comprensión y de observación por parte del adulto.
- El ambiente preparado que se le aporta a los niños: con orden, belleza, de tamaño adecuado, real, etc. donde cada elemento ha sido seleccionado por un motivo específico para su desarrollo.
El método Montessori puede implementarse en su conjunto y por completo o introducirse poco a poco en entornos de educación tradicional, enriqueciendo de este modo la práctica educativa diaria.
Cualquier entorno en el que haya presencia de niños y niñas es susceptible de ser mejorado con esta visión y práctica de la educación.
¿CÓMO IMPLEMENTAR EL MÉTODO MONTESSORI?
Desde nuestro centro de formación ofrecemos todas las herramientas para que los maestros puedan implementar con éxito la Educación Montessori en las aulas, teniendo en cuenta lo siguiente:
1. El impacto del movimiento en el aprendizaje. El movimiento significativo es una ayuda al aprendizaje y mejora la capacidad de retención de conceptos; el uso de las manos es un magnífico canal de entrada de información al cerebro.
2. La elección y el control percibido. Cualquier aprendizaje es más profundo y fácil cuando las personas escogemos lo que queremos aprender y podemos monitorizar dicho aprendizaje.
3. Los premios y la motivación extrínseca interfieren en el aprendizaje. Es la motivación intrínseca de la persona la que es positiva y debemos fomentar.
4. Aprender de los compañeros facilita la comprensión. El diálogo entre compañeros es una clave muy poderosa para ambas partes, tanto para el que aprende como para el que enseña.
5. Contextos significativos de aprendizaje: Cualquier tema académico es susceptible de ser tratado de forma significativa y ello mejora la intensidad de lo aprendido.
6. La educación debe fomentar sobretodo el desarrollo de nuestras funciones ejecutivas: (Planificar, decidir, imaginar, autocorregirnos, tener autoconciencia o escoger estrategias entre otras); ello sólo es posible con la práctica real de estas habilidades.
7. El orden en el entorno (físico, temporal, etc…) ayuda a construir un cerebro ordenado.
Otros muchos elementos que componen la educación Montessori, como la importancia del orden físico para construir un orden mental, o la importancia de la eliminación del estrés, entre otros, han sido validados como esenciales para un desarrollo sano y equilibrado.
MONTESSORI EN EL SIGLO XXI
Aunque se trata de una observación llevada a cabo a principios del siglo XX, es una pedagogía con amplio reconocimiento internacional aún 100 años más tarde.
Investigaciones científicas actuales siguen validando día a día este método educativo como un conjunto de elementos que ayudan a los/las niños/as en su desarrollo holístico de mente, cuerpo y emociones.
EL NIÑO ES EL CENTRO
María Montessori aseguraba que todo educador debe "seguir al niño", reconociendo las características de cada etapa de edad así como sus necesidades educativas específicas.
Los niños y niñas necesitan adaptarse a su entorno, por lo que la Dra. Montessori veía como fundamental el construir un ambiente favorable, tanto físico como espiritual. Para que los niños sean capaces de darle sentido al mundo que les rodea.