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Montessori: un estilo de crianza responsable y respetuoso
Hasta hace algunas dĆ©cadas, la principal forma de educar era a travĆ©s del autoritarismo; los padres o maestros se comportaban de manera arbitraria, controladora, represiva, sin respetar al niƱo. Este estilo de crianza se basaba en criticar, culpar, comparar a una persona con otra, humillar, recompensar y castigar, amenazar y hasta agredir fĆsicamente.
“A base de recompensas y castigos se trata de forzar a los niƱos a sentarse quietamente a escuchar, en lugar de liberar la energĆa humana en su interior para que exploren y descubran el mundo por sĆ solos”, seƱala la doctora en el libro Montessori le habla a los padres.
El ambiente en casa se caracterizaba por ser ordenado, pero tenso, con rutinas rĆgidas.
Dependiendo de su temperamento, la reacciĆ³n de los niƱos es obedecer con una completa sumisiĆ³n, provocada por el miedo, reprimir o expresar inadecuadamente sus emociones, comportarse de manera responsable solo cuando hay un adulto vigilante o rebelarse y retar al adulto.Ā Estas conductas se deben a que el niƱo se sienta impotente, frustrado, enojado o resentido.
En contraposiciĆ³n al autoritarismo, tambiĆ©n existe la permisividad, otro estilo de crianza en que el adulto se porta de manera complaciente, respeta al niƱo pero no es respetado como padre o maestro, no toma decisiones y carece de firmeza, permite que el niƱo exprese sus emociones pero sin ofrecerle una guĆa. El adulto ignora o cede, ruega o suplica para convencer, soborna, recompensa, manipula y sobreprotege.
El ambiente en casa tiende a ser caĆ³tico
Esto provoca que el niƱo se sienta confundido, desprotegido o abandonado y desarrolle una baja tolerancia a la frustraciĆ³n; su comportamiento serĆ” grosero, irrespetuoso, egoĆsta, exigente y caprichoso, exprese sus emociones sin considerar si lastima a los demĆ”s, sea irresponsable, dependiente, flojo y apĆ”tico.
En este contexto, cabe la reflexiĆ³n de Montessori: “con quĆ© facilidad nuestro amor nos puede cegar la sabidurĆa de cĆ³mo tratar a nuestros hijos”.
En el libro Disciplina con amor, Rosa Barocio describe cĆ³mo lograr una educaciĆ³n consciente, es decir, una forma respetuosa de crianza, que tome en cuenta las necesidades del niƱo, acorde al acercamiento Montessori:
āBuscar el equilibrio para dejar de oscilar como pĆ©ndulos de un extremo a otro, del control absoluto a la indiferencia total. De la absurda rigidez al abandono emocional. Escuchamos decir: equilibrio, equilibrio, eso es lo que se necesita para educar, equilibrio. Encontrar ese punto medio entre el autoritarismo y la permisividad requiere de algo que no llega solo: la conscienciaā.
El padre responsable asume su autoridad, pone lĆmites de manera respetuosa, aplica consecuencias y ayuda al niƱo a encontrar soluciones; tiene claro que debe promover a travĆ©s del ejemplo las actitudes que desea ver en el niƱo.
El ambiente en casa es ordenado, pero relajado y con rutinas flexibles.
Cuando el niƱo se siente aceptado, apreciado y querido, desarrolla una autoestima sana y aprende a regularse por sĆ mismo, tiene una alta tolerancia a la frustraciĆ³n. Es capaz de comunicar sus necesidades y sus sentimientos, tomando en cuenta a los demĆ”s. Es participativo, cooperador y asume responsabilidades.
āSi logramos ser sabios, observaremos su desarrollo (del niƱo) comprensivamente, nos ganaremos su confianza y compartiremos con Ć©l la mĆ”xima alegrĆa de su infancia feliz. Si no somos sabios en nuestro amor, nos vamos a topar con el lado opuestoā.
Adela VizcaĆno
Departamento PedagĆ³gico
Me gusto el articulo, siento que es una forma correcta e educar, sin castigo pero con responsabilidad.
Muchas gracias por su comentario. Nos alegra saber que le haya gustado. Le invitamos a leer el resto de artĆculos que hemos publicado. Un saludo.
BellĆsimo !!! Me satisface y me anima a encontrar ese equilibrio maravilloso !!
Gracias por tu comentario Luz. Nos encanta ver que os emocionan los artĆculos y que vivĆs la metodologĆa Montessori con el mismo entusiasmo que nosotros. Un saludo.
Me alegra ver como avanzamos a una crianza conciente y cada vez nos llenamos de herramientas para lograrlo. Yo como profesora de educaciĆ³n inicial intento seguir alimentandome de buenas herramientas de educaciĆ³n
Ā”Muchas gracias por tu comentario, Janeth! Nos encanta ver a profesores comprometidos con la mejora de la educaciĆ³n š