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En las Ćŗltimas dĆ©cadas, uno de los grupos de poblaciĆ³n que mĆ”s ha crecido ha sido el de nuestros mayores. Esto se debe al crecimiento econĆ³mico, a un estilo de vida mĆ”s saludable, que incluye una mejor nutriciĆ³n y un mayor control de enfermedades, por lo que se han ido desarrollando diversos programas con el fin de atender de manera eficiente a este grupo de personas.
El envejecimiento tiene un carĆ”cter multifactorial en el que intervienen: el factor fĆsico, psicolĆ³gico, social y espiritual. Este no se da igual en todas las personas, depende de diferentes componentes como el tipo de alimentaciĆ³n, las enfermedades, la contaminaciĆ³n, la raza, factores genĆ©ticos y la actitud frente a la vida.
La etapa adulta tardĆa se caracteriza por un declive gradual del funcionamiento de todos los sistemas corporales, por lo que las personas de edad avanzada experimentan un debilitamiento de la capacidad de respuesta y procesamiento de la informaciĆ³n.
Estos cambios les exigen hacer ajustes en su estilo de vida.
Este grupo de la poblaciĆ³n ha sido marcado por una serie de prejuicios y discriminaciĆ³n. La ancianidad se suele relacionar con enfermedades y discapacidad, sin embargo, estas condiciones no son exclusivas de esta fase.
Durante esta etapa, los cambios fĆsicos que pueden observarse con facilidad son: la disminuciĆ³n de la masa muscular, las arrugas, la pĆ©rdida de estatura; otros cambios, no tan visibles, son los que afectan los Ć³rganos internos como el cerebro, el funcionamiento sensorial (vista, audiciĆ³n, etc.) y el motor. Esta serie de cambios biolĆ³gicos, aunados a la disminuciĆ³n de actividades que requieren atenciĆ³n y permiten nuevos aprendizajes, derivan en un deterioro cognitivo, que se refleja en la disminuciĆ³n de la retenciĆ³n de la memoria a corto plazo. Un ejemplo de ello, es el olvidar donde se dejaron las llaves.
Otro de los signos que se suele relacionar con la etapa adulta tardĆa es la afectaciĆ³n de la memoria en general y de la capacidad cognitiva, que suele dar lugar a la demencia. Esta se puede presentar en diferentes grados y afecta el control emocional, el comportamiento social y la motivaciĆ³n, lo cual provoca que el individuo no pueda realizar actividades cotidianas.
PsicĆ³logos, mĆ©dicos y geriatras se han dado a la tarea de diseƱar una serie de mĆ©todos y programas de intervenciĆ³n con la finalidad de que los adultos mayores puedan mantener o mejorar su calidad de vida; estos se dirigen a reforzar o rehabilitar capacidades motoras, de lenguaje, funciĆ³n sensorial y ejecutiva.
Investigaciones llevadas a cabo en los Ćŗltimos aƱos han demostrado la eficacia del mĆ©todo Montessori aplicado a los mayores.
Esta pedagogĆa fue diseƱada con el fin de desarrollar al mĆ”ximo las potencialidades de los niƱos a travĆ©s de un ambiente preparado que ofrece actividades de acuerdo a sus intereses y habilidades. Un ambiente provisto de experiencias beneficiosas para su desarrollo fĆsico y psĆquico, lo que fomenta en los niƱos la capacidad de tomar decisiones y ser autĆ³nomos en un entorno social.
La pedagogĆa Montessori se ha adaptado a la atenciĆ³n de los adultos mayores, especialmente a aquellos que padecen un deterioro de la memoria y de las funciones cognitivas. Focaliza la atenciĆ³n en el reconocimiento de la persona y en las capacidades y habilidades que posee. Recurre a la memoria relacionada con patrones motores, como hĆ”bitos y formas de hacer las cosas de una forma automĆ”tica, concepto que Maria Montessori describe como āaprendizaje inconscienteā.
Principios como el ambiente preparado, la libre elecciĆ³n y el respeto al ritmo interno, junto a las tendencias humanas como el orden, la repeticiĆ³n, el trabajo, la comunicaciĆ³n y la orientaciĆ³n, aunados a las actividades propuestas en la metodologĆa Montessori, han sido adaptados a un programa para adultos mayores. De esta manera, se le da al adulto la posibilidad de aprender de manera significativa, partiendo de lo que ya conoce y de sus propias necesidades.
Uno de los conceptos principales es la preparaciĆ³n de un ambiente estructurado y con orden, que ofrezca actividades que despierten el interĆ©s del individuo; estas actividades se eligen libremente. TambiĆ©n se respeta el ritmo interno de cada persona con la finalidad de que logre la mayor independencia posible.
Las actividades propuestas promueven la estimulaciĆ³n sensorial y cognitiva, el autocuidado, el aumento de la actividad fĆsica; y van de lo simple a lo complejo, permitiendo el aprendizaje secuencial, mediante la utilizaciĆ³n de objetos reales de la vida diaria que le sean fĆ”cilmente reconocibles.
Otro de los aspectos que se han adaptado es la presentaciĆ³n de una actividad: primero se le pregunta si quiere participar en ella, si acepta, se le muestra cĆ³mo hacerla, enfocando su atenciĆ³n en los movimientos y utilizando un mĆnimo de palabras.
Entre las actividades propuestas estĆ”n: las de vida prĆ”ctica, referentes al cuidado de la persona; cuidado del ambiente como regar las plantas, poner la mesa; motricidad fina como ensartar cuentas, transvasar utilizando diferentes instrumentos o sujetar. Otras actividades involucran la discriminaciĆ³n sensorial como agrupar por colores, formas, texturas, seriar, etc.Ā
Estos programas dan como resultado que el adulto mayor recupere su autoestima, se sienta parte de la comunidad, adquiera independencia y cuide de sĆ mismo en la medida de lo posible.
TambiĆ©n estimulan el lenguaje, fomentan el aprendizaje colaborativo, disminuyen el nivel de ansiedad y de agresividad y amplĆan la interacciĆ³n social de los participantes.
Esther Vargas
Departamento PedagĆ³gico