Desde la perspectiva Montessori, una de las primeras ayudas que pueden darse para enriquecer el lenguaje infantil, es cantar a los niños.
En la mayoría de las culturas las canciones de cuna permanecen gracias a la tradición oral, porque ofrecen a los niños melodías sencillas, con rimas que se repiten, generalmente cantadas por la madre y/o el padre, cuyas voces han venido escuchando desde antes de nacer.
Por lo tanto, la educación musical debe considerarse como una ayuda más para el desarrollo integral de la persona.
¿Cómo se trabaja la música en Montessori?
La música durante los primeros años de vida
Desde los primeros años, los niños descubren la música a través de los sentidos y el propio cuerpo, manifestando una gran curiosidad.
Algunas actividades sensoriales y otras que favorecen la coordinación motora, también los preparan para percibir los sonidos con precisión y para establecer el ritmo.
Educación musical de los 3 a los 6 años
En la Casa de los Niños, una vez realizados los primeros ejercicios de equilibrio al caminar en la línea, puede agregarse un instrumento que marque el ritmo y más adelante, piezas musicales variadas para acompañar la marcha de los pequeños.
Para la producción musical, Montessori sugiere empezar por una frase de fácil interpretación y repetirla constantemente.
El trabajo de discriminación de los tonos de la escala musical inicia en esta etapa, con el emparejamiento de las campanas, y continúa con la gradación.
El trabajo musical en la etapa de primaria
El trabajo de discriminación de tonos, iniciado en el nivel de 3 a 6 años, puede completarse en los primeros años de primaria, al agregar los semitonos e introducir a las niñas y niños en la notación musical, cuando empiezan a interesarse en la relación entre el lenguaje musical y la escritura.
En la primaria baja, los niños empiezan a tomar consciencia de la respiración, audición y emisión, así como de la expresión; pudiendo ejecutar con la voz o algún instrumento, de manera individual o grupal.
Entre los nueve y los doce años, se amplía el trabajo con los tonos musicales. La capacidad de iniciativa e invención de los niños y niñas facilita la variación y la improvisación, al mismo tiempo que se favorece el análisis y la apreciación de obras de diferentes culturas.
En el contexto de la educación cósmica, Montessori relaciona la música con temas de otras áreas, como la Historia y las Matemáticas.
En todos los niveles, es necesario que el espacio destinado a los materiales e instrumentos musicales, siga los mismos criterios de la preparación del ambiente, es decir: que sea atractivo, organizado y esté al alcance de los niños.
Hay que ser cuidadosos con la posibilidad de tener música de fondo mientras los niños trabajan, observando el momento propicio de la jornada escolar, procurando un volumen adecuado y que las obras seleccionadas favorezcan la concentración.
Es preferible apagarla si el nivel del ruido en el ambiente aumenta y no permite escuchar la pieza.
Concluyo con esta reflexión de la Dra. Montessori:
¿Te gustaría saber cómo utilizar Montessori para la educación musical?
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Adela Vizcaíno R.
Departamento Pedagógico
Guía Montessori en Casa de Niños, Taller I y Taller II
emilig rodriguez dice
me gustaria algun tipo de recomendacion para la educacion especial