La Dra. Montessori empezó a considerar el hecho de que los niños en la primaria pudieran salir de la escuela, cuando una alumna de un ambiente holandés necesitaba un lápiz y ella misma le propuso a la niña que saliera a comprarlo.
Más adelante, cuando estaba bajo arresto domiciliario en Kodaikanal, India, durante la Segunda Guerra Mundial, respondió a la inquietud de Lena Wikramaratne, que le planteaba qué materiales ofrecer a los niños de primaria:
“Fui con la Dra. Montessori y le pregunté: ¿qué puedo hacer con los niños mayores? “No tengo libros para ellos”. Ella me contestó: “Tienes el mejor libro, el libro del mundo, que es el libro de la naturaleza”
El ambiente preparado en una primaria Montessori
Mientras definía materiales del nivel seis a doce años para Historia, Geografía y Biología, con la colaboración de su hijo Mario, la Dra. Montessori destacó en el libro De la infancia a la adolescencia, la importancia de que los niños salgan del ambiente para consolidar sus aprendizajes:
“No hay descripción, ni imagen, ni libro que sea capaz de reemplazar poder ver a unos árboles reales y toda la vida que los rodea en un bosque. Algo emana de ellos que le habla al alma, algo que ni un libro o museo es capaz de darnos. La madera nos revela que no solo la existencia de los árboles, sino una completa interrelación con otras vidas.”
Por lo tanto, hablar de ambiente preparado o ambiente Montessori, implica hablar de la posibilidad de que los niños organicen y participen en las salidas autónomas. Entre las principales ventajas de estas experiencias podemos señalar:
- Que los niños practican habilidades de planeación, resolución de problemas, monitoreo y evaluación de su propia actividad. “Al enseñarle la necesidad de preparación, lo obligamos a reflexionar. (El niño) comprende que salir consiste en una actividad que primero adquiere de la adquisición de información y materiales”, explica María Montessori en el libro ya citado.
- Que profundizan en los conocimientos a partir de sus intereses.
- Que puedan generalizar los conceptos que han empezado a asimilar en el ambiente, esto les permite ejercitar la flexibilidad mental.
- Que se enfrentan a situaciones de la vida cotidiana, donde no solo se ponen en práctica conocimientos, sino habilidades emocionales y sociales.
- Que empiezan a entender el funcionamiento de la sociedad.
- Que fortalecen su autonomía física, mental y emocional.
- Que desarrollan el auto control y la habilidad de trabajar en grupo.
- Que les permiten practicar la Gracia y Cortesía, al seguir las normas establecidas en el lugar de visita y relacionarse adecuadamente con nuevas personas.
Las posibilidades de las salidas autónomas
Los posibles destinos son muy amplios: lugares que les permitan estar en la naturaleza y explorar, sitios arqueológicos o de interés geológico, granjas, fábricas, jardines botánicos, lugares de servicio a la comunidad, museos o salas de conciertos.
Cabe señalar que de manera excepcional, una salida autónoma puede ser preparada por todo el grupo, pero generalmente la realizan algunos niños que son acompañados de un adulto (puede ser un familiar o el asistente de la clase, si lo hubiera) que tiene como principal función resguardar la seguridad de los niños, pero también permitirles redirigir sus acciones y solucionar las dificultades que la salida pudiera presentarles.
En el libro De la infancia a la adolescencia, María Montessori nos invita a reflexionar sobre el tema a través de esta afirmación:
“Un niño encerrado dentro de ciertos límites, sin importar que tan vastos sean, continuará incapaz de darse cuenta de su valor total y no podrá enfrentarse al mundo”.
Adela Vizcaíno R.
Departamento Pedagógico
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