“El niño aprende a través de su propia actividad y con la oportunidad de aprender activamente también desarrolla su carácter y personalidad. El niño se perfecciona a sí mismo a través de las manos y los sentidos. Cuando recibe la oportunidad y la guía para producir y descubrirse, puede desarrollar los talentos personales que están en su naturaleza.”
Estas palabras de la Dra. Montessori son ideales para poner en contexto las respuestas a algunas dudas que generalmente surgen sobre las nuevas tecnologías:
¿Cuándo introducir los dispositivos electrónicos?
Entre más pequeños son los niños/as, necesitan tener mayor oportunidad de conocer el mundo a través del movimiento y la exploración sensorial, por lo tanto, no es recomendable hacerlo antes de los seis años.
Al formar parte del entorno, la niña irá se irá adaptando a la presencia de estas tecnologías, es decir, serán parte de su vida, pero esto debe suceder de una manera natural, no como resultado de una imposición por parte del adulto. Nada puede sustituir la atención y la compañía de los padres/madres, quienes son el primer referente de aprendizaje para sus hijos/as.
Si un niño es expuesto constantemente y desde temprana edad a una sobre estimulación y gratificación inmediata, situación que generalmente ocurre frente a una pantalla, disminuirá sus oportunidades de lograr conexiones cerebrales a través del movimiento, su tolerancia a la frustración y su interés por relacionarse con otras personas, entre otras cosas.
La recomendación general sería: “más pequeños, menos pantallas”; un buen momento para enseñar al niño a manejar algunos dispositivos electrónicos, es a partir de los seis años, cuando empieza a desarrollar el pensamiento abstracto y la imaginación.
¿Cómo se puede incorporar el uso de las tecnologías a los niños/as en una escuela Montessori?
Considerando el ordenador como otro material en la clase de nueve a doce años, para emplearse como una herramienta más de investigación y comunicación. Es importante que el adulto se asegure, antes de sugerir una búsqueda por internet, que los niños son capaces de encontrar y extraer información en los libros y que de manera paralela han desarrollado una comprensión lectora, son capaces de componer textos y poseen algunas habilidades de análisis y síntesis.
Aunque existan restricciones sobre la información a la que los niños/as tengan acceso, la pantalla debe ubicarse de tal manera en el ambiente, que permita al/la guía monitorear los contenidos que los niños están revisando y los trabajos que realizan con el ordenador.
Una persona capacitada, aunque no sea el/la guía, puede introducir a los niños en el uso de los programas más comunes para escribir, dibujar o preparar e ilustrar las exposiciones de las investigaciones realizadas a los compañeros/as.
Este maestro/a puede incorporarse al ambiente sin interrumpir la dinámica de trabajo, para asesorar a dos o tres niños/as a la vez.
“Mis hijos, desde luego, tendrán un ordenador algún día. Pero antes de que llegue ese día, tendrán libros”
Otros expertos en tecnología, como los altos ejecutivos de Silicon Valley, comparten esta idea y han elegido una escuela Montessori para sus hijos, donde se fomenta el gusto por la lectura y se ofrece como primera opción de investigación la biblioteca del aula, luego la biblioteca escolar y por último, internet.
Adela Vizcaíno
Departamento Pedagógico