Como muchos otros aspectos, la evaluación en la educación Montessori se plantea de manera diferente a lo que sucede en el aula tradicional.
En Montessori no debería haber “exámenes tradicionales”, donde se evalúa el conocimiento con una calificación numérica.
Esto no quiere decir que en los centros que siguen la pedagogía Montessori no se evalúe al alumnado, al contrario, el proceso de evaluación cobra gran importancia e involucra tanto al guía o maestro como al propio alumno/a y sus familiares.
A continuación, te contamos cómo se lleva a cabo la evaluación según la perspectiva Montessori y qué herramientas se utilizan.
¿Cómo se evalúa en Montessori?
Si bien la Dra. Montessori no dejó especificaciones sobre cómo evaluar, señaló la observación como la principal herramienta para conocer los intereses y las necesidades de los niños/as y dar seguimiento al desarrollo integral de cada uno.
Por ello, las escuelas Montessori apegadas a la propuesta original interpretan la evaluación como un proceso continuo y cualitativo.
En lugar de calificar al alumnado asignando números o letras, la pedagogía Montessori se centra en:
- Identificar las habilidades desarrolladas
- Comprender los retos que enfrentan los niños y niñas
- Establecer estrategias para apoyar los aprendizajes
¿Qué herramientas se utilizan para evaluar?
Una herramienta necesaria para la evaluación en Montessori es el registro individual de las actividades que el guía ha mostrado al niño.
También, puede incluir anotaciones sobre algún comportamiento en especial, si llegara a presentarse.
En el contexto de un ciclo escolar, se recomienda dar especial atención a estos tres momentos:
- El inicial, que corresponde a las primeras semanas de clases, cuando llegan los niños y niñas después de varias semanas del período vacacional y se empieza a conocer a los nuevos integrantes del grupo.
- El intermedio, que en el hemisferio norte corresponde a los meses de enero o febrero.
- El final, donde se analizan las áreas de oportunidad y logros realizados a lo largo del ciclo escolar.
¿Cómo participan las familias en la evaluación?
En el acercamiento Montessori, los familiares de las niñas y niños también participan en la evaluación cuando asisten a las reuniones con los guías Montessori.
En estas reuniones, además de ser informados sobre las habilidades cognitivas y motoras que sus hijas/os han desarrollado, tienen la oportunidad de conocer:
- sus características de trabajo
- su nivel de autorregulación y autodisciplina
- su avance emocional y social
- y cuando es necesario, establecen acuerdos para promoverlos fuera de la escuela.
Otro aspecto del papel de los padres y madres como co evaluadores, es la observación anual del ambiente de sus hijos.
Cabe mencionar que es indispensable que la escuela realice una reunión previa para explicar a los interesados algunas pautas sobre cómo y qué observar.
Es muy útil que padres y madres anoten sus reflexiones y dudas, ya que servirán de retroalimentación al responsable del grupo.
Las observaciones se realizan de manera escalonada, familia por familia, para que la presencia de adultos externos no altere la dinámica cotidiana.
Hilla Patel, formadora del nivel 3 a 6 años, explica en una de sus conferencias internacionales:
El arte de observar es una actitud que eventualmente se vuelve una manera de vivir en nuestra relación cotidiana con el niño.
La importancia de la autoevaluación
A partir del nivel primaria, el propio niño participa en la evaluación de su propio proceso de aprendizaje, a través del registro de su diario de trabajo.
Cada niño analiza su registro en las reuniones o tutorías periódicas con el guía.
Gracias a esta práctica, van tomando consciencia de sus avances y desafíos, reciben sugerencias, establecen compromisos y expresan sus intereses.
¿Qué hacer cuando poner una “nota” es obligatorio?
En algunos países el Ministerio de Educación o la dependencia equivalente establece que el criterio de evaluación debe ser numérico.
En estos casos, la recomendación es que los reportes escritos fundamenten la nota correspondiente y que esta información se reserve a los adultos.
Por último, me gustaría recordar que todo proceso de aprendizaje necesita un momento de evaluación del niño.
En el caso de la educación Montessori, la evaluación no persigue determinar “cuánto” saben los niños y niñas, sino: conocer sus necesidades e intereses, dar seguimiento a su desarrollo integral (motor, cognitivo, emocional y social) y encontrar solución a cualquier situación problemática que pudiera presentarse.
Adela Vizcaíno
Departamento Pedagógico
Guía Montessori en Casa de Niños, Taller I y Taller II
Cada vez son más los docentes, profesionales de diferentes ámbitos y las madres y padres que deciden formarse en educación Montessori para poder aplicar estas técnicas en el aula, en el hogar o para cambiar el rumbo de su carrera profesional.
En este otro artículo del blog te explicamos las opciones que existen, sus características y cuál es la adecuada para cada perfil.
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