La Dra. Montessori dedica capítulos completos al tema de la preparación del adulto, ya que su labor es decisiva para que el niño logre un adecuado nivel de independencia y un desarrollo armónico. Podemos decir que hay características, especialmente en el aspecto personal o espiritual, que son comunes a todos los Guías Montessori, pero hay otras específicas que corresponden a las necesidades de los niños según la etapa en la que se encuentran.
La habilidad del adulto en primaria
Además haber desarrollado la habilidad para la observar, conocer el uso y manejo de los materiales y tener una actitud humilde y respetuosa, la tarea del guía montessori de primaria será mucho más efectiva si:
- Tiene una base sólida en cuanto a los conocimientos que comprende la currícula Montessori: Gramática, Sintaxis, Ortografía, Redacción; Aritmética, Geometría y nociones de Álgebra, una perspectiva general de la prehistoria, las etapas principales de la Historia de la humanidad (incluyendo los acontecimientos trascendentales de la Historia nacional), el origen del universo y la evolución de las especies, nociones para la clasificación de los seres vivos, una idea clara sobre el funcionamiento de los aparatos y sistemas del cuerpo humano, Ecología y los principales aspectos de la Geografía física, política y humana.
- Posee cierta sensibilidad para entender las diferentes manifestaciones artísticas y transmitir su importancia.
- El guía de primaria está dispuesto a seguir explorando el material, para profundizar en las múltiples posibilidades que ofrece, ya que la variación, más que la repetición, es un criterio primordial para que los niños consoliden sus habilidades en esta etapa.
- Pone especial énfasis en que los niños, a través de los experimentos, puedan llevar a la práctica el método científico. También promueve acciones concretas en el marco de una cultura ecológica.
- Es capaz de analizar, sintetizar y organizar información para establecer las interrelaciones entre las diferentes áreas.
- Es un buen lector, siempre dispuesto a aprender y contagiar el entusiasmo por el conocimiento, para orientar al niño que quiere profundizar en los temas que se ofrecen de manera general.
- Es un hábil contador de historias, capaz de despertar el interés de los niños y el pensamiento crítico al narrar las metáforas que propone la Dra. Montessori en un tono misterioso, con cierto dramatismo.
- Ha desarrollado la habilidad de trabajar con pequeños grupos de niños, pero también con el grupo completo.
- Es una persona organizada, que planea las posibles presentaciones (en base a las habilidades e intereses de los niños) y monitorea su trabajo hasta que ellos lo concluyen de manera satisfactoria.
- Mantiene al día el registro de los avances (no solo académicos, sino emocionales y sociales), para involucrar al niño como co-evaluador de su propio proceso de aprendizaje y lo estimula para que haga un buen uso de su diario de trabajo.
- Expresa a los padres, con un lenguaje claro y objetivo, pero de manera empática, los avances y áreas de oportunidad de los niños, en forma oral y escrita.
- Promueve y aprecia la innovación en cualquiera de sus manifestaciones.
Estas pautas, basadas en las palabras que la Dra. Montessori expresa en el libro El niño, el secreto de la infancia: “Hemos de ser educados si queremos educar”, pueden ser útiles en la reflexión del papel del adulto en la primaria.
Adela Vizcaíno R.
Departamento Pedagógico
Deja una respuesta