¿Cómo procesa la información el cerebro? ¿Cómo gestiona las emociones? ¿Cómo funcionan los procesos atencionales? ¿Cómo incide la motivación en el aprendizaje? ¿El cerebro aprende igual a los 6 años que a los 9? ¿Es posible crear experiencias que favorezcan los procesos de enseñanza-aprendizaje?
Para todas esas inquietudes, la Neuroeducación o Neurociencia Educativa, tiene una respuesta basada en evidencia científica. Efectivamente, es un campo de conocimiento que nace de la interacción entre:
- la neurobiología, que aporta conocimiento sobre el funcionamiento del sistema nervioso;
- la psicología, que aporta conocimiento sobre el comportamiento y los procesos mentales;
- y la educación, que aporta conocimiento sobre los procesos de enseñanza-aprendizaje.
Ahora bien, podemos ir un paso más allá y tomar como aportación de alto valor diferencial el detalle riguroso de la Pedagogía Montessori, en relación a las etapas y ritmos de aprendizaje de los niños. Cabe aclarar que esta pedagogía ha sido avalada por la evidencia científica muchas décadas después de haber sido creada y contempla una diferenciación sumamente precisa en relación al cerebro del niño, en cuanto a sus potencialidades, intereses y capacidades. Esta categorización diferencia entre:
- Subetapas en la infancia (de 0 a 3 y 3 a 6 años): representan un momento de mayor absorción. En los 3 primeros años de vida la mente absorbente funciona de manera inconsciente, mientras que entre los 3 y los 6 años esa mente se va transformando.
- Subetapas en la niñez (de 6 a 9 y 9 a 12 años): se lleva a cabo la consolidación o perfeccionamiento de las habilidades adquiridas. A los 6 años, el niño ya es consciente de sí mismo y de sus aprendizajes. A partir de los 6 años, el desarrollo intelectual se acelera y aumenta notablemente la capacidad de reflexión.
Aunque sólo hemos hecho una brevísima aproximación al tema, la idea es señalar que este nivel de detalle y conocimiento facilita notablemente la labor educativa. Es decir, además de permitirle a cada profesional saber qué necesitan los niños en cada fase evolutiva, también les enseña cómo facilitarlo, siempre procurando su sano desarrollo socio-emocional y promoviendo estrategias para despertar su motivación, captar su atención, favorecer su memoria y facilitar su aprendizaje.
Todo hombre puede ser, si se lo propone, escultor de su propio cerebro.
Santiago Ramón y Cajal
Certificación en Neuroeducación
Por todo lo mencionado, en IMI hemos creado una herramienta invaluable para profesionales de la educación, del ámbito social, sanitario y para la diversidad de entornos que tengan a niños y niñas como protagonistas. Una formación en Neuroeducación que ofrece, desde un punto de vista científico y riguroso, un marco teórico amplio y detallado sobre cómo funciona y aprende el cerebro, facilitando el cambio y la mejora en las estrategias pedagógicas de cada educador/a y para que sepa cómo diseñar y aplicar verdaderas experiencias de enseñanza-aprendizaje.
Esta formación cuenta con tres módulos de formación 100% online que invitan a la reflexión, al crecimiento, a la discusión, al debate y al desarrollo e intercambio profesional. Al finalizar los módulos, se extiende un Certificado de Especialización en Neurociencia Educativa expedido por International Montessori Institute.
¿Por qué formarse en Neuroeducación?
Esta formación en Neuroeducación permitirá a los profesionales:
- Actualizar sus estrategias pedagógicas con una metodología basada en evidencia científica.
- Aprender a crear y aplicar experiencias integrales e inclusivas de enseñanza-aprendizaje que respeten los diferentes niveles y ritmos.
- Favorecer y elevar el bienestar, el desarrollo socio-emocional y la integración de niños y niñas en el entorno que sea.
- Reconectar con la vitalidad, con la pasión y con la energía de la vocación.
