La Dra. Montessori explica que el proceso de la normalizaciĆ³n se inicia cuando el niƱo se concentra en una actividad y, a medida que se enfoca, irĆ” logrando, gradualmente, el orden, la auto disciplina y la socializaciĆ³n, entendida como la capacidad de apreciar, respetar y colaborar con los demĆ”s.
Cuando la mayorĆa de los niƱos manifiestan estos comportamientos en un ambiente preparado, la armonĆa en la convivencia surge de manera espontĆ”nea. Los niƱos tambiĆ©n aprenden de la actitud conciliadora y respetuosa del adulto; sin embargo, la mesa de la paz es una alternativa adecuada para que los niƱos aprendan a resolver conflictos.
Para implementarla, hay que tomar en cuenta que:
- Es una actividad transitoria, que podrƔ desaparecer en la medida en que los niƱos se normalicen.
- Corresponde a niƱos mayores de seis aƱos, porque requiere que hayan consolidado la capacidad de escuchar y expresarse, tengan cierto control sobre sus impulsos y su voluntad estƩ desarrollada.
ĀæQuĆ© se necesita?
Una mesa, dos sillas, un florero o planta, una campana.
ĀæCĆ³mo se introduce?
Se explica al grupo que se ha preparado una nueva actividad, que puede servirles cuando se presente alguna diferencia con otra persona, siguiendo las siguientes reglas:
- La persona que habla coloca la mano sobre el corazĆ³n.
- Deben alternarse los turnos de hablar y escuchar.
- Evitar palabras que ofendan o lastimen.
Se establecen tres momentos para el diƔlogo:
- Cada uno describe la situaciĆ³n.
- Cada uno expresa cĆ³mo se sintiĆ³.
- Ambos establecen un acuerdo.
Cuando los niƱos encuentran la soluciĆ³n al conflicto, tocan la campana para indicar al grupo que han logrado hacerlo a travĆ©s del diĆ”logo y de manera respetuosa.
AdemĆ”s del propĆ³sito mencionado, los niƱos practican las habilidades de comunicaciĆ³n oral, expresan sus sentimientos y desarrollan la autonomĆa; es sorprendente las soluciones novedosas que pueden encontrar, mĆ”s allĆ” de las expectativas que pudieran tener los adultos.
Este ejercicio no solo beneficia a las personas directamente involucradas, el resto del grupo tambiƩn disfruta cuando se recupera el clima de calma y perciben el impacto que pueden tener los conflictos en una comunidad.
Aline D. Wolf, explica en el libro āCĆ³mo cultivar el espĆritu del niƱoā, una actividad muy similar: La rosa de la paz, donde cada persona sostiene la flor mientras habla y lo hacen juntos para anunciar cĆ³mo resolvieron el conflicto. Este ejercicio se introduce a travĆ©s del juego de roles, donde los niƱos dramatizan un conflicto frente a todo el grupo y ofrecen las pautas para resolverlo.
Usar esta herramienta de manera complementaria con niƱos entre seis y doce aƱos, puede ser una forma de reafirmar las ideas expresadas por la Dra. Montessori en La EducaciĆ³n de las Potencialidades Humanas.
āEs una gran misiĆ³n social asegurarse de que el niƱo permanezca en la armonĆa y la justicia; esta debe ser la tarea de la educaciĆ³n, ya que es la Ćŗnica vĆa para construir un mundo nuevo que traiga la pazā.
Adela VizcaĆno
Departamento PedagĆ³gico
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