Actualmente, hay desacuerdos estridentes sobre todos los aspectos referentes a las polĆticas educativas en Estados Unidos, a excepciĆ³n de una. Todo el mundo piensa que serĆa genial si pudiĆ©ramos enseƱar mejor a los estudiantes cĆ³mo innovar.
AsĆ que Āæno deberĆamos estar prestando mĆ”s atenciĆ³n al mĆ©todo educativo que ha producido a personas como -entre otras – Larry Page, Sergei Brin, Jeff Bezos, Jimmy Wales, Peter Drucker, Julia Child, David Blaine, y Sean “P. Diddy “Combs?
Resulta que todos eran estudiantes de escuelas Montessori. SegĆŗn un artĆculo del Wall Street Journal escrito por Peter Sims, hay una “Mafia Montessori” entre la Ć©lite creativa. AsĆ que tal vez tenga que ver algo con lo que se le ocurriĆ³ a la doctora italiana MarĆa Montessori a principios del siglo 20.
Las piedras angulares de este mĆ©todo, de acuerdo con la idea original de Walesās brainchild Wikipedia, son:
ā¢ aulas de diferentes edades, con aulas para niƱos de 2 Ā½-o-3 a 6 aƱos, es lo mĆ”s comĆŗn,
ā¢ elecciĆ³n del estudiante de la actividad dentro de un rango preestablecido de opciones,
ā¢ bloques ininterrumpidos de tiempo de trabajo,
ā¢ un modelo constructivista o de “descubrimiento”, en el que los estudiantes aprenden conceptos trabajando con materiales, mĆ”s que por instrucciĆ³n directa, y
ā¢ materiales educativos especializados desarrollados por Montessori y sus colaboradores.
Esta lista me suena verdadera. Yo era un estudiante de Montessori, en el noroeste de Indiana desde una edad muy temprana hasta el tercer grado, que era hasta el nivel que enseƱaban en ese momento. Los profesores eran un grupo de lo mĆ”s hippie que se podĆa encontrar en el pequeƱo pueblo de Hoosierland en la dĆ©cada de 1970, y nos dieron un montĆ³n de espacio para poder explorar las cosas que encontrĆ”bamos interesantes.
Para mĆ esto incluĆa las cuentas que a MarĆa y a sus colegas se les ocurriĆ³ para enseƱarnos acerca de nĆŗmeros. No importa lo joven que eres, despuĆ©s de ver cinco cuentas en un alambre, junto a 25 dispuestos en un cuadrado y 125 en un cubo, tienes una comprensiĆ³n de 5 ^ 2 y 5 ^ 3 que no olvidas. Y despuĆ©s de mantener el cubo de cinco en una mano y el cubo de diez en la otra, el poder de transformar algo a la tercera potencia se vuelve muy real. Uno es ocho veces mĆ”s pesado que el otro!
Los padres de Larry, Sergei, Jimmy, Jeff, y todos los demĆ”s dieron a sus hijos buenos genes y les nutrieron de muchas otras maneras, ademĆ”s de enviarlos a una escuela Montessori (eso es cierto en mi caso). Pero la investigaciĆ³n indica que los mĆ©todos Montessori funcionan incluso para niƱos desfavorecidos que son seleccionados al azar para asistir (aunque esto podrĆa no ser la mejor idea para una escuela de odontologĆa !). Y por lo que yo puedo decir de mi rĆ”pida mirada a las investigaciones, los niƱos Montessori no lo hacen peor que sus colegas mĆ”s clĆ”sicamente educados en los exĆ”menes estĆ”ndares. Entonces, Āæpor quĆ© gastamos tanto tiempo en el aprendizaje memorizado y enseƱando para pasar exĆ”menes ?
Cuando fui demasiado mayor para mi escuela Montessori y me fui a la escuela pĆŗblica en el cuarto grado, me sentĆ como si me hubieran enviado al Gulag. ĀæTengo que sentarme en este pupitre? ĀæTodo el dĆa? ĀæVamos a dividir el dĆa en trozos de una hora y hacer sĆ³lo una cosa en cada trozo? ĀæEstoy en una cĆ”mara indiscreta? ĀæSoy trabajo?
Estoy muy contento de saber que los mĆ©todos de Montessori estĆ”n entrando en las escuelas pĆŗblicas. Y tengo ganas de conocer mĆ”s investigaciones sobre las ventajas e inconvenientes de este enfoque educativo. Pero hasta que me convenzan de lo contrario, voy a seguir creyendo en Montessori y se lo recomiendo a los padres.
Lo mĆ”s importante que aprendĆ allĆ es que el mundo es un lugar muy interesante que debe ser explorado. ĀæPuede haber alguna base mejor para un innovador en formaciĆ³n?
(Publicado en la Harvard Business Review 25/7/211)
Andrew McAfee es el co-director de Iniciativa para la EconomĆa Digital en la Sloan School of Management del MIT. Es autor de āla Empresa 2.0ā y co-autor, junto con Erik Brynjolfsson, de āla Segunda Edad de la mĆ”quinaā.
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