(Montessori, La formación del hombre, pág. 107)
Mucho se sabe de las múltiples ventajas que proporciona la leche materna. Este alimento es considerado un fluido vivo que protege al bebé contra enfermedades y que estimula además un adecuado desarrollo físico y mental.
Lactancia materna: fases de la leche materna
A través de millones de años de evolución, se ha ido adaptando a las necesidades de desarrollo de cada etapa del bebé. Según su composición, se divide en 4 fases:
- Precalostro: aparece cuando el nacimiento se da antes de las 35 semanas de gestación. Esta leche es rica en proteínas, ácidos grasos, magnesio, hierro, sodio, entre otros elementos. También es baja en lactosa, ya que al recién nacido prematuro le es difícil procesarla.
- Calostro: se secreta entre los cinco o siete primeros días después del nacimiento. Es alta en contenido de B-carotenos lo que le da un color amarillento, tiene una gran cantidad de proteínas, lactoferrina, factor de crecimiento, lactobacilos, y vitaminas A, E y K, sodio y zinc. Contiene niveles bajos de grasas y lactosa. Protege contra las infecciones y alergias, además de contar con elementos que ayudan a expulsar las primeras heces (meconio).
- Leche de transición: se inicia después del calostro, y tiene una duración de entre cinco y diez días. En esta se encuentran grasas, vitaminas hidrosolubles y una mayor cantidad de lactosa. Su color es más blanco debido a la presencia de caseinato de calcio.
- Leche madura: aparece a partir de la cuarta semana, está compuesta por agua e hidratos de carbono, esta lactosa favorece el desarrollo de la flora intestinal. Este tipo de leche materna contiene además diferentes tipos de grasas que son necesarias e indispensables para el desarrollo estructural y funcional del sistema sensorial y el desarrollo cognitivo del lactante. Cuenta también con proteínas que son únicas para la especie humana, diferentes aminoácidos que favorecen la digestión de las grasas y el desarrollo del sistema nervioso central y minerales como el hierro cuya concentración se va reduciendo a lo largo de la lactancia
Entre las vitaminas que contiene la leche materna podemos mencionar el ácido fólico, vitamina A, caroteno, tiamina entre muchas más. Podemos afirmar que es una de las primeras vacunas que recibe el bebé.
Beneficios de la leche materna
Se ha constatado con evidencia científica que la leche materna provee de múltiples beneficios para el bebé: menor riesgo de padecer enfermedades gastro intestinales, protección contra enfermedades respiratorias e infecciones, reducción del riesgo de padecer asma, diabetes, leucemia y obesidad. Promueve además el desarrollo cognitivo óptimo entre otros múltiples beneficios.
El ejercicio de succión que el bebé realiza al alimentarse de leche materna prepara y fortalece los músculos faciales y el aparato fonoarticulador.
Como podemos ver es un alimento necesario para el desarrollo óptimo del ser humano, que se va adaptando a las necesidades cambiantes del bebé y esto no solo se refiere a los cambios físicos según la edad, sino que, según las últimas investigaciones cada madre fabrica leche a la medida de su propio hijo o hija, lo que indica que si el bebé se va a enfermar, esta le proveerá de más elementos para proteger su sistema inmunológico.
Leche materna como alimento emocional
La leche materna es además un alimento emocional para el bebé. Durante la lactancia maternal la madre produce oxitocina que es la llamada “Hormona del amor”, esta promueve la vinculación afectiva de la madre con el bebé.
La Doctora Montessori decía que para satisfacer las necesidades del recién nacido se necesitaban dos cosas:
El contacto que se da durante el amamantamiento promueve experiencias sensoriales entre la madre y el hijo, esto les permite ir descubriéndose y conociéndose el uno al otro, lo que promueve un vínculo especial de amor cuidado y protección.
Los brazos de la madre le proporcionan al niño una sensación de seguridad y tranquilidad, el bebé disfruta el olor, el calor de su cuerpo, los latidos de su corazón, este contacto cubre todas sus necesidades psíquicas, físicas y emocionales.
La doctora Silvana Quattrocchi Montanaro en su libro “Un ser humano” señala:
Esto nos habla de la importancia de conocer este aspecto y de recordar que no solo es alimento físico sino también emocional para el pequeño, ese contacto, ese intercambiando de miradas y caricias, les lleva a enamorarse uno del otro.
Es importante recordar que la lactancia materna no es una opción para todas las madres y esto les lleva a optar por otras opciones, lo cual no debe de ser motivo de angustia o culpa, sino una nueva oportunidad de entablar este vínculo de nuevas maneras, siempre con su presencia amorosa.
Esther Vargas y Vargas
Departamento Pedagógico
Notas:
(1) Montessori María, “La formación del hombre”, pág. 107.
(2) Quattrocchi Montanaro Silvana,” Un ser humano” pág.62.
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