El interés que despertó el anuncio del colegio bilingüe Montessori Schoolhouse en La Guindalera y su modelo de escuela libre se ha plasmado finalmente en las «numerosas solicitudes» de familias decididas a escolarizar a sus hijos el próximo curso en esta nueva opción educativa. Las inscripciones entregadas hasta el momento, la mayoría de Logroño, pero también de otros municipios riojanos e incluso de Álava, cubrirían el cupo de 46 plazas que se han creado de forma inicial para niños de 15 meses a 6 años. No obstante, el proceso de admisión, con un calendario al margen del oficial de la Consejería, se encuentra todavía abierto, pendiente de la formalización y confirmación de las matrículas y de la asignación final de plazas, pero tal y como informan desde la dirección del centro, sin querer entrar en el detalle de las cifras, las solicitudes superan la oferta.
Según explican, entre las motivaciones que han llevado a los padres a interesarse por este nuevo tipo de oferta, que estimula la formación autónoma de los alumnos y en la que el adulto permanece en un segundo plano, está ofrecer a sus hijos una enseñanza que promueva un bilingüismo a una edad temprana, así como optar a una opción educativa diferente a la existente en la ciudad. La fórmula que propone la pedagogía Montessori la logrado despertar el interés pese a tratarse de unos estudios que no están al alcance de todos los bolsillos y a no contar por el momento con un centro construido que sirva de referencia. En el solar donde se va a levantar el edificio tan sólo se puede ver, de momento, una máquina realizando labores iniciales de cimentación. Pero esto no quiere decir que no se esté ‘trabajando’ y avanzado en el proyecto. De hecho todo está calculado para que el centro esté operativo y abra sus puertas el 11 de septiembre, el mismo día que el resto de escolares de La Rioja.
La fecha será, sin embargo, lo único en común con el resto de colegios riojanos. Los alumnos del centro Montessori tendrán menos libros, profesorado formado en el ‘método Montessori’ y funcionará conforme al sistema educativo de los Estados Unidos. La construcción tampoco será la convencional. El edificio escolar, un único volumen de madera, se ha ‘diseñado’ a la medida de su pedagogía y, aunque el solar ha permanecido sin actividad hasta hace pocos días, el colegio se lleva diseñando y construyendo en unas naves de Bilbao desde hace un año. Allí se fabrican las estructuras de madera contralaminada que a mitades de mayo se montarán sobre el terreno «como si fuera un mecano».
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