¿Qué es la alimentación autónoma en la infancia?
La alimentación autónoma es el proceso mediante el cual el niño, poco a poco, va asumiendo un papel activo en su propia nutrición. Este proceso comienza desde el inicio de la alimentación complementaria, cuando el bebé empieza a explorar sabores, texturas y movimientos con sus propias manos, y se consolida en la primera infancia cuando puede comer solo, sentarse en una mesa y seguir rutinas.
Aproximadamente entre los 6 y 7 meses, los bebés comienzan a mostrar señales claras de estar listos para iniciar esta etapa: control de la cabeza, desarrollo de la sedestación, aparición de los primeros dientes y un fuerte interés por la comida de los adultos. Desde el punto de vista fisiológico, el sistema digestivo y la coordinación de la mandíbula y la lengua ya permiten la ingesta de sólidos.
Una de las prácticas más recomendadas para fomentar esta independencia es el método Baby-Led Weaning (BLW), o alimentación autorregulada, que consiste en ofrecer al bebé alimentos sólidos cortados en forma alargada para que pueda manipularlos y llevárselos a la boca por sí mismo. Esta práctica promueve la autorregulación del apetito, la coordinación motriz, el conocimiento sensorial de los alimentos y el desarrollo de la autonomía.
Principios Montessori aplicados a la alimentación
Desde la pedagogía Montessori se promueve el respeto por el ritmo natural del niño en todos los aspectos de su desarrollo, incluida la alimentación. La alimentación autónoma no solo cumple una función biológica, sino también emocional, social y espiritual.
María Montessori señalaba que “la madre tiene que nutrir al mismo tiempo el cuerpo y el espíritu”, recordándonos que comer no debe ser una experiencia forzada, sino una oportunidad para que el niño se exprese, explore y aprenda.
Aplicar el enfoque Montessori en la alimentación implica:
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Respetar los tiempos del niño sin presionarlo.
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Crear un ambiente preparado: silla a su medida, mesa baja, platos y cubiertos reales y seguros.
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Permitir que el niño experimente, incluso si se ensucia.
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Favorecer la concentración y la conexión con el momento presente al evitar distracciones.
Montessori insistía en que debemos priorizar el desarrollo del niño por sobre la limpieza o el control. Como ella decía, “la limpieza, cuando es conquistada de esta forma, representa un verdadero progreso, otro triunfo del espíritu infantil”.
Estrategias prácticas Montessori para fomentar la alimentación autónoma
Para acompañar al niño en este proceso de forma coherente con los principios Montessori, se pueden aplicar diversas estrategias:
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Ofrecer alimentos adecuados para su manipulación: Cortados en formas alargadas y blandas al inicio, para que el niño pueda tomarlos fácilmente con sus manos.
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Permitir que coma solo: Aunque se ensucie, es parte del proceso de aprendizaje.
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Utilizar mobiliario y utensilios adaptados: Sillas pequeñas, mesas bajas, vasos de vidrio pequeños, platos de cerámica y cubiertos de metal apropiados para su edad.
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Crear una rutina de comida tranquila: Comer a la misma hora, en el mismo lugar y sin estímulos externos como pantallas o juguetes.
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Involucrarlo en la preparación de alimentos: Según su edad, puede ayudar a lavar frutas, mezclar ingredientes o colocar la mesa.
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Observar sin intervenir constantemente: Solo ofrecer ayuda si realmente la necesita, permitiéndole descubrir por sí mismo.
Errores comunes que debemos evitar
Aunque las intenciones de los adultos suelen ser positivas, hay ciertas actitudes que pueden dificultar el desarrollo de una relación sana con la comida:
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Obligar al niño a comer o a terminar el plato: Esto rompe su capacidad de autorregulación y puede generar rechazo o ansiedad.
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Darle de comer mientras juega o ve pantallas: Distrae de la experiencia sensorial y emocional que implica comer.
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Priorizar la limpieza por encima del aprendizaje: La exploración implica ensuciarse. Impedirlo limita el desarrollo de la motricidad y la autonomía.
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Reforzar con premios o castigos relacionados con la comida: Esto puede asociar la comida con el control y la obediencia, en lugar del placer y la autorregulación.
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Ofrecer solo papillas por mucho tiempo: Retrasa el desarrollo de habilidades como masticar, tragar y manipular los alimentos.
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Esther Vargas.

