Para cumplir con su función en un ambiente preparado el guía puede apoyarse en el trabajo de un asistente, colaborar con otro guía o, si tiene amplia experiencia, trabajar como único adulto. Estas circunstancias dependen de las características del grupo al que se atiende y de la normativa del país (especialmente para niños menores de tres años, donde es necesaria la presencia de uno o más adultos además del guía).
A partir de los tres años, se recomiendan dos personas para atender a veinticinco niños, que es el número promedio sugerido por grupo. Incluir más adultos podría conllevar un riesgo: obstaculizar el funcionamiento independiente de los niños, aunque esto suceda de manera involuntaria.
Relación del guía y el asistente Montessori
En las escuelas Montessori es común que haya un asistente apoyando al guía en su labor. Es fundamental que el asistente Montessori se forme como tal, de modo que conozca la práctica pedagógica correspondiente a la edad de su alumnado.
El guía tendrá que considerar el tiempo necesario para explicar al futuro asistente, de manera general, las características de desarrollo de la etapa correspondiente y ofrecer las nociones sobre el cómo y para qué observar, como primer paso.
“Si nosotros (guías) simplemente enumeramos las cosas que ellas (asistentes) pueden o no hacer, el entendimiento no se desarrolla. Sin entendimiento no habrá compromiso de las distintas maneras en que pueden ser requeridas en el ambiente. Es mejor comprometerlas en el proceso”.
Para que el trabajo del asistente facilite la labor de la guía, es útil recomendar lecturas y aprovechar las situaciones cotidianas, para introducirle en los siguientes aspectos:
- Cuándo intervenir y cuándo no hacerlo.
- El significado de libertad y disciplina en un ambiente.
- La necesidad del ciclo de trabajo de tres horas sin interrupción.
- La importancia de la concentración.
- Los principales obstáculos para el desarrollo.
- La libre elección como herramienta para el desarrollo.
- El significado de las edades mixtas.
- Por qué es suficiente un adulto entrenado para atender a muchos niños.
- La belleza y el orden en el ambiente.
- Cómo preparar el ambiente.
- Cómo manejar conflictos.
Características del rol de asistente
La persona que realiza la labor de Asistente Montessori debe tomar conciencia de cómo sus movimientos, palabras y actitudes sirven de referencia al comportamiento de los niños y ser capaz de permanecer en silencio durante largos períodos de tiempo, en lugar de sentir la necesidad de estar haciendo algo siempre. Además, debe ser discreto, para que la comunicación fluya sin interferencia entre los familiares y el guía.
El asistente de los grupos de 0-3 y 3-6 años, se ocupa de la higiene y alimentación, recibe y despide a los niños en la puerta de la escuela, y se encarga del cuidado y mantenimiento físico del ambiente y la supervisión de los niños que realizan actividades fuera del ambiente. Estas son solo algunas de las funciones del asistente Montessori.
Al comparar el trabajo colaborativo entre un guía y un asistente con bailar el vals, Molly O’ Shaugnessy expresa:
“Para muchas guías Montessori y asistentes, aprender a trabajar juntos es como aprender a bailar el vals –muy difícil al principio, con expectativas poco claras y un poco de nerviosismo-. Se requiere de una comunicación clara y honesta, una disposición a compartir y la habilidad de estar abierto”.
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Adela Vizcaíno
Departamento Pedagógico
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