Este 6 de enero se cumplieron los primeros 112 aƱos del nacimiento de las Casas de los NiƱos, MarĆa Montessori comenzĆ³ a trabajar un grupo de unos cincuenta niƱos, que no habĆan cumplido la edad necesaria para asistir a una escuela primaria y vivĆan entre obreros desempleados, mendigos, prostitutas, ex presidiarios, en un barrio de Roma, segĆŗn lo relata la propia doctora en el libro de la PedagogĆa CientĆfica.
La joven mĆ©dica habĆa sido invitada por el gobierno italiano para complementar un proyecto que buscaba mejorar las condiciones de vida de unas 30.000 personas en el barrio de San Lorenzo al ofrecerles una vivienda digna; entre las que tambiĆ©n habĆa trabajadores honestos,Ā pero sin preparaciĆ³n.
La fecha de apertura coincidiĆ³ con la celebraciĆ³n de la EpifanĆa en la tradiciĆ³n catĆ³lica y para sorpresa de muchos, en el discurso pronunciado, Montessori hizo referencia a las palabras del profeta IsaĆas que describĆan la luz que llegarĆa a disipar las tinieblas en que habĆa vivido la humanidad y la comparaba con la educaciĆ³n que recibirĆan los niƱos del aquel lugar.
Lo que ella misma consideraba āun experimento didĆ”cticoā, poco a poco, fue adquiriendo importancia por dos razones: la posibilidad de brindar una casa-escuela a los niƱos pequeƱos (de ahĆ el nombre de Casa de los NiƱos que se adoptarĆa posteriormente) y ofrecer un medio para mejorar la vida de esa comunidad y, eventualmente, de la sociedad.
Tomando como referencia la exitosa experiencia del trabajo con los niƱos con condiciones de desarrollo diferente, en la ClĆnica de la Universidad de Roma (que se habĆa basado en las aportaciones de los mĆ©dicos franceses Itard y Seguin) y asistida por una persona sin conocimientos pedagĆ³gicos, Montessori iniciĆ³ con entusiasmo este proyecto, donde los niƱos tendrĆan la oportunidad de revelar su verdadera naturaleza.
En el libro de El NiƱo: el secreto de la Infancia, la Dra. Montessori relata las anĆ©cdotas que la llevaron a entender las necesidades y los intereses de los niƱos y establecieron las bases de su pedagogĆa, como:
- La repeticiĆ³n del ejercicio.
- La libre elecciĆ³n.
- La importancia de ofrecer materiales que promuevan la actividad.
- La eficacia de la automotivaciĆ³n y la autorregulaciĆ³n, contra el uso de los premios y castigos.
- El sentido de dignidad personal.
- La posibilidad de aprender a leer y a escribir sin dificultad y con gusto.
La transformaciĆ³n del espacio fĆsico dio lugar al Ambiente Preparado: con muebles y objetos proporcionados a las dimensiones de los niƱos, estĆ©tico, ordenado, que permite el movimiento con propĆ³sito, donde los niƱos encuentran ocupaciones interesantes y el error se considera un medio de aprendizaje, donde se logra el equilibrio entre el ritmo individual y la armonĆa del grupo.
La propia Montessori, a travĆ©s del ejemplo, inspirarĆa a que los maestros se transformaran en guĆas, adoptando la actitud del cientĆfico para observar, ofreciendo materiales que respondan al interĆ©s de cada uno de los niƱos, desde la humildad, la paciencia, la calma y un amor que respeta y encamina las enormes potencialidades infantiles.
Algunos materiales como las letras de lija, los marcos de vestir o ejercicios de conteo lineal, fueron aportaciones de los mƩdicos franceses, junto con las actividades y materiales concebidos por la propia Montessori, pero las preferencias de los niƱos confirmaron los materiales definitivos y dejaron de lado juguetes u otros objetos.
Este 6 de enero nos ofrece la oportunidad de reflexionar sobre la vigencia de este acercamiento educativo, que en 2019 sigue siendo validado desde la Neurociencia, la PsicologĆa y la PedagogĆa.
Su eficacia se sigue probando en diferentes contextos culturales y econĆ³micos, en cualquier lugar del mundo e incluso traspasando las fronteras escolares, para beneficiar a adultos mayores y niƱos en hospitales.
Ā”Felicidades a todos los que se esfuerzan por honrar y compartir los descubrimientos de San Lorenzo!
Adela VizcaĆno
Departamento PedagĆ³gico