El trastorno autista es una condición poco conocida hasta hace algunas décadas, que puede presentarse en diferentes grados. Los niños/as pueden manifestar estos comportamientos: se centran en ellos mismos, tienen muy poca capacidad de empatía, dificultad para relacionarse con los demás (especialmente con sus pares) y falta de flexibilidad.
La dificultad para entender los mensajes orales afecta la comunicación, presentan retraso en el desarrollo del lenguaje hablado y torpeza para manejar el instrumento de escritura.
Perciben los estímulos sensoriales de manera exagerada, algunos sonidos a cierto volumen pueden molestarlos o se centran en algún sonido que les llame la atención e ignoran los demás; reaccionan de manera diferente al dolor, no les gusta ser tocados y a veces son agresivos o se autolesionan.
La capacidad intelectual no siempre se encuentra afectada. Sus intereses son muy limitados y tienen poca tendencia a imitar.
¿Qué ayudas ofrece el Ambiente Preparado?
Es un espacio físicamente organizado, con rutinas establecidas, que da a los niños/as una sensación de control o seguridad, porque saben qué esperar.
Establece límites claros para el bienestar individual, pero también para el funcionamiento armónico del grupo.
Favorece las relaciones interpersonales en un marco de respeto, entre niños de diferentes edades.
Favorece el aprendizaje de habilidades sociales como respetar turnos.
Permite la actividad individual y respeta el ritmo de cada persona.
En la medida que la mayor parte de los niños se concentra en una tarea, el nivel de ruido es mínimo.
Aunque ofrece actividades interesantes, se cuida de no sobre estimular a los niños/as.
¿Qué ayudas ofrecen los materiales?
Permiten dar seguimiento al interés particular del niño/a.
Las tareas se presentan de lo simple a lo complejo.
Se muestra una actividad dividida en pasos, que permiten al niño/a establecer secuencias.
Se cuida el nivel de desafío de la tarea, para que el niño/a llegue al logro.
En un ambiente de 3 a 6 años, los ejercicios de Vida Práctica:
Permiten que el niño imite las tareas cotidianas que se realizan en casa.
Ayudan al desarrollo de la coordinación motora fina.
Los Materiales Sensoriales:
Estimulan de manera gradual los diferentes sentidos, de esta manera, el aprendizaje no se realiza a través de uno o dos canales sensoriales.
Las actividades de Lenguaje:
Favorecen el enriquecimiento del habla a través de relatos que enfatizan secuencias (pueden estar ilustrados), rimas, canciones, adivinanzas y uso de tarjetas con imágenes reales.
A través de los ejercicios de Áreas Culturales, los niños logran aprendizajes significativos que les permiten descubrir y apreciar la naturaleza y los conecta con la realidad.
¿Qué ayudas ofrece la preparación del/la guía?
La disposición para realizar las adecuaciones necesarias que respondan a las necesidades particulares del niño y trabajar de manera conjunta con especialistas y familiares.
La capacidad de observación que permite encontrar intereses y partir de las posibilidades del niño/a, anticiparle posibles cambios de rutina y evitar reacciones negativas. La habilidad para establecer los límites de manera clara y consistente, pero también las cualidades personales para crear un vínculo con el niño/a.
Adela Vizcaíno
Departamento Pedagógico